Por último, aunque una gata puede presentar respiración acelerada e incluso jadeos durante el parto, una vez finalizado este su respiración debe volver a la normalidad. Debemos estar atentos por si presenta alguno de los problemas comunes en el parto de la gata.
Si la observamos mantener una respiración rápida, está intranquila y
ansiosa, presenta descoordinación al andar, se cae, hipersaliva, tiene
fiebre y sus mucosas parecen pálidas puede estar sufriendo una
eclampsia.
La eclampsia es un trastorno que se debe a una hipocalcemia, es decir, a bajo nivel de calcio en la sangre. Aparece en período de lactancia
tras el parto. Por suerte, no es un trastorno muy común en gatas pero
se trata de una urgencia que requiere del veterinario para la
administración de medicación intravenosa.
Habrá que alimentar artificialmente a los gatitos
o destetarlos si tienen ya la edad suficiente. Cuando esta se recupere
hay que reunir a la familia, probablemente administrando suplemento de
calcio a la gata si continúa amamantando.
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